sábado, 19 de abril de 2014

Las cenizas de Ángela, de Frank McCourt

Una obra sublime, he tardado demasiado en leerla. ¡Qué maravilla!

PORTADA Y AUTOR


PREMIO PULITZER 1997. Premio del Círculo Nacional de Críticos Literarios. Premio Los Angeles Times. Libro del Año 1997 (ABBY). Más de 11.000.000 de lectores en EE.UU y Europa. Nº 1en las listas de bestsellers de todo el mundo. 50 semanas como libro más vendido en todas las librerías durante 1998.

En este magnífico libro se narran los duros comienzos de una familia emigrante irlandesa, vista a través de un niño. Por ello, el lector se encontrará con grandes dosis de humor y compasión transmitidos a través de su autor, Frank McCourt. Es una extraordinaria obra donde Frank McCourt nos muestra el amor, la dignidad y el humor de una infancia marcada por el hambre, la muerte y el dolor. (Novela contemporánea)

"Cuando recuerdo mi infancia, me pregunto cómo pude sobrevivir siquiera. Fue una infancia desgraciada, se entiende: las infancias felices no merecen que les prestemos atención. La infancia desgraciada irlandesa es peor que la infancia desgraciada corriente, y la infancia desgraciada irlandesa católica es peor todavía."

Así comienzan las memorias luminosas de Frank McCourt, que nació en Brooklyn en la época de la Depresión, hijo de padres recién llegados de Irlanda como inmigrantes, y se crió en los suburbios de Limerick, Irlanda. La madre de Frank, Ángela, no tiene dinero para dar de comer a sus hijos porque el padre de Frank, Malachy, rara vez trabaja, y cuando trabaja se bebe el sueldo.

Las cenizas de Ángela está empapado en todas sus páginas del asombroso humor y compasión de Frank McCourt. Es sorprendente que el autor haya vivido para contarlo. Que haya podido crear, a partir de esa miseria y esa pobreza, una obra maestra impecable es pura y simplemente milagroso.

Una obra extraordinaria en todos los sentidos. McCourt recupera mágicamente el amor, la dignidad y el humor de una infancia marcada por el hambre, la muerte y el dolor.

Es un libro de memorias escrito en presente. La voz que se escucha en el libro, limpia de rencor y autocompasión, tiene la ancha serenidad de una mirada infantil. ANTONIO MUÑOZ MOLINA (El País Semanal)

Si este libro no se convierte en un clásico, poco le ha de faltar. VICENTE VERDÚ (El País)

No se publican tantos libros inolvidables, y por eso me permito recomendar éste. EDUARDO CHAMORRO (El Mundo)

MI OPINIÓN PERSONAL

Creo que es la primera vez que un libro me hacer reír y llorar al mismo tiempo. Esta novela es muy dura, realmente estremecedora, pero la narración en primera persona que ejecuta el autor es sublime. Hace que el lector se meta en sus carnes y lo viva con él de principio a fin; consigue que sintamos el hambre en nuestros estómagos, el dolor de las heridas, de los coscorrones, las enfermedades al acecho, la pesadumbre de Ángela...

Una Irlanda atacada e infectada por la necesidad, el hambre y los rastrojos de lo que un día fue, hace que los hombres abandonen a sus familias en pos de un futuro mejor, una vida ambiciosa que en ocasiones provoca que dejen a sus familias en el olvido, muriéndose de hambre y comiencen una nueva vida.

Frank, autor y narrador en primera persona, nos cuenta su infancia, increíble en ocasiones por su dureza y valentía y, posiblemente, emocionante tras ver el resultado de todo lo vivido en esta novela. El resultado es estremecedor.

Una obra real, muy dura, dolorosa e intensa que no se acerca a la indiferencia; te atrapa y hará que seas incapaz de parar la lectura hasta el final.

Totalmente recomendable, diría que indispensable.